jueves, 28 de mayo de 2020

Industrialización: trabajos forzados, alcoholismo y prostitución



Lenin ya se dio cuenta de que en el momento en el que se encontraban después de la revolución de 1917, era muy difícil construir una sociedad socialista basada en la literatura marxista. Quería fortalecer el aparato estatal soviético, consiguiendo que el propio Estado fuese un instrumento de intervención económica. El primer plan económico impuesto por los bolcheviques, el denominado “comunismo de guerra” no estaba fundamentado en ninguna teoría anterior, pero daba una solución urgente ante las necesidades de la guerra civil. Después de la guerra, la economía soviética se encontraba mucho peor que al inicio, la guerra había hecho perder a una parte importante de la población. En estas circunstancias fue cuando se propuso la implantación de la NEP que mencionamos en entradas anteriores.

Uno de los mayores defensores de las propuestas de la NEP, una vez había caído Lenin gravemente enfermo fue Bukharin. Argumentaba que la industrialización debía estar precedida por un desarrollo agrícola si se pretendía avanzar, y estas relaciones de desarrollo debían ser capitalistas hasta que la industria pudiese ser dominante. Llegó a considerar más adelante que las relaciones económicas de la NEP no deberían ser transitorias y debían continuar a lo largo de toda una generación. También, en contra de la opinión de Trotsky, estaba a favor de no perseguir los kulaks ya que podían poner en riesgo el abastecimiento de alimentos.

Igualmente, pese a que al principio los resultados de la NEP parecieron ir bien, a finales de 1927 empezó a estancarse. La superficie de campo labrada se redujo y la producción no llegó a los niveles esperados. Este estancamiento de alimento impedía el desarrollo del proceso de industrialización y frenaba la acumulación de capital. Con Stalin, la idea de expropiar los kulaks empezaba a cobrar fuerza y finalmente la NEP fue abandonada en 1929, iniciando el proceso de colectivización de las granjas. La inversión total se quería referir en mayor medida hacia la industria pesada, sobre todo en lo que refiere a armamento. Se veía probable una guerra inminente o la posibilidad de una agresión internacional. En algunos sectores se planteó invertir no solo en armamento, sino también en productos básicos, en alimentos. Igualmente, prevalecieron los intereses armamentísticos y el presupuesto militar subió del 3,4% al 33% . La colectivización forzosa hizo estragos entre los campesinos.  Era necesario crear una conciencia de necesidad, fomentar el trabajo como un “don” o una especie de fuerza que dignificaba a los trabajadores y los hacía mejores ciudadanos, comprometidos con su patria y con el bien común. A raíz de esto surgieron múltiples carteles alabando las virtudes del buen trabajador, tanto en las fábricas como en los campos.




"Contra las vacaciones, el absentismo y la embriaguez para un rápido ritmo de trabajo" Autor desconocido. Cartel de dominio público. 1930

"¡Hagamos el plan de 5 años (plan quinquenal) en 3!". Autor desconocido. Dominio público. 1930

"¡Vergüenza para los llorones, flojos y sin fe!" Autor desconocido. Dominio público. 1930

Todos estos intentos de motivar a los trabajadores, haciéndolos ver como héroes sacrificados son el contrapunto a los intentos de frenar el absentismo laboral, en la mayoría de casos debido al alcoholismo o a las enfermedades. El alcohol en la Unión Soviética es (y sigue siendo en Rusia) un problema. Muchas de las moralinas del "nuevo ciudadano soviético" iban dirigidas precisamente a frenar este problema, al igual que otros muchos factores que se consideraban inmorales, como la prostitución. Hay que tener en cuenta, que, no sin cierta ironía, el consumo de alcohol aumentó precisamente por los rápidos ritmos de trabajo, el aumento de la población en las ciudades y las complicadas situaciones derivadas de la industrialización.



"!Lucha contra la ebriedad!" Cartel de dominio público. Artista desconocido 

                     "¡Vergüenza!" Cartel de dominio público. Artista desconocido. 1940 (aprox)


La prostitución era otra lacra que consideraban que había que eliminar. Tras la revolución, se abolieron todos los derechos de esta profesión, aunque las trabajadoras sexuales quisieron que se reconocieran sus derechos y poder crear su propio sindicato. Muchas de las mujeres que ingresaban en campos de trabajo forzados se habían dedicado a la prostitución. Eran consideradas como “víctimas del sistema capitalista”. La prostitución sin embargo siguió existiendo de forma oculta, enmascarada en otro tipo de servicios. De igual forma, muchos carteles iban dirigidos a frenarla, al igual que hicieron con los del alcoholismo.


"¡Intensifiquemos la lucha contra la prostitución, el más vergonzoso legado del capitalismo!" Autor desconocido. Museo Estatal Ruso de San Petesburgo. 1930




FUENTE:Lewin, M., Elliott, G., & Esteve, F. (2006). El siglo Soviético:¿ qué sucedió realmente en la Unión Soviética?. Crítica

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