La lucha por trabajar, por
fortalecerse, por producir y por crear una conciencia nueva, el nuevo ciudadano
soviético. Esas eran las máximas. Los ciudadanos debían cuidarse, debían
educarse y debían trabajar, pero también, debían concienciarse en una nueva
moral. Durante los primeros años existieron carteles para aconsejar cómo
limpiar la casa de uno, como higienizarse en el trabajo para evitar epidemias
(hubo una muy catastrófica de Tifus), pero de las que más abundaron fueron las
que iban contra el capitalismo, el imperialismo y contra la religión. Uno de los
más icónicos y que más veces se han reproducido es el siguiente
En él vemos como Lenin, sobre la
bola del mundo, está “barriendo” a un cura (ortodoxo), un rey (o emperador) y
un hombre adinerado (representando el capitalismo). El texto dice: “El camarada
Lenin barre la escoria de la tierra”. Poco más que añadir.
En cuanto a la religión, desde hace
unos 200 años no se elegía un nuevo patriarca para la Iglesia Ortodoxa Rusa. La
revolución supuso una ruptura total con la monarquía, y esto a su vez, suponía
romper cualquier lazo que se unieran a ella, entre muchos, estaba la Iglesia.
Vivía una crisis sin precedentes como institución, a pesar de que muchos
ciudadanos se consideraban creyentes ortodoxos. Lenin afirmaba que “adorar a
cualquier dios era necrofilia ideológica”. Los bolcheviques, basados en
ideologías marxistas, eran profundamente ateos. Los sacerdotes estaban
excluidos de su concepción como ciudadanía y no tuvieron derecho a voto, además
de que muchas iglesias fueron cerradas. Hay que tener en cuenta de que desde
siempre, uno de los estamentos más privilegiados era el secular, y dentro de la
concepción comunista no había pie para considerarlos como tal, por tanto, fueron
vetados de todo poder y Lenin en 1922 ordenó confiscar sus bienes para darlos a
los más necesitados. Se creó incluso una “Liga de Ateos Militantes” que
promovieron una campana mediante cartelerías y diversos tipos de propaganda
para que los ciudadanos viesen a la religión y a las creencias como algo
peligroso para el avance. Hasta después de la segunda Guerra Mundial y bajo el
poder de Stalin, que volvió a permitir el culto (por motivos estratégicos), los
ortodoxos estuvieron perseguidos. Aquí os dejo algunos ejemplos de estos carteles.
"Los curas ayudan al capitalismo y molestan a los trabajadores" D.Moor 1920
Sobra decir, que otra de las
características del comunismo es su lucha contra el capitalismo. El poder que
ofrecía la concentración del capital en unos pocos y el abuso de la mano de
obra trabajadora para obtenerlo era la antítesis de la concepción comunista. El
mundo occidental capitalista era el enemigo, y esto se hizo mucho más patente durante
la época de 1930. Hay que tener en cuenta, que en su mayor parte, estos
carteles reforzaban la idea negativo de los extranjero, y no tanto el capitalismo
en sí, dado que el regimen de Stalin se construyó sobre bases pseudo
capitalistas burocráticas. Pero esto es otro cantar.
"Muerte al capital, o muerte bajo el capital" Cartel de dominio público de autor desconocido. 1919
FUENTE: Zinoviev, A. (1983). Homo sovieticus. L'Âge d'Homme.
FUENTE: Zinoviev, A. (1983). Homo sovieticus. L'Âge d'Homme.
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